Se cumplen hoy 40 años del asesinato del militante comunista canario Antonio González Ramos a manos de la Brigada de Investigación Social, la policía de represión política del franquismo.
Antonio González
Ramos era un campesino del norte de Tenerife, emigrante con destino a Alemania en los años 60, donde allí tuvo los primeros contactos con el partido comunista.
A su vuelta a Tenerife, ya como obrero formado en la ideología comunista, entra a trabajar en una empresa tabaquera de la que es despedido con otros compañeros por reclamar la mejora de las condiciones de trabajo.
Un año antes de la muerte de Franco, entra como militante en el Partido de Unificación Comunista de Canarias y colabora en la creación de comisiones obreras, en aquel entonces un verdadero sindicato de la clase obrera.
También participa en los movimientos vecinales de La Laguna, ciudad donde vivía.
El 29 de octubre de 1975 es detenido por la Brigada de Investigación Policial por posesión de propaganda ilegal y de dinamita. Horas más tarde de su detención es asesinado de una brutal paliza, cuya principal cabeza visible fue el comisario José Matute Fernández. Este huyó a Venezuela para regresar un año más tarde para acogerse a la amnistía que se iba a promulgar para víctimas y victimarios del franquismo. Nunca fue detenido y fue incorporado al servicio policial años más tarde.
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